“Hablar es importante, es lo que nunca deberíamos dejar de hacer. Si árabes y judíos nos esforzamos en escucharnos, en ponernos en la piel de los demás, las cosas serían más fáciles.”
“—Son los ingleses los que deberían aprender nuestras lenguas —respondió Miriam. —Jamás se molestarán en hacerlo. —Por eso nunca llegarán a conocer el alma de los pueblos a los que quieren dominar.”
“Te diré algo de ese hombre: es una leyenda”.
“Es más difícil hacer el bien, mostrarse generoso con quien nada tiene, sentir piedad por los que sufren, ayudar a los que necesitan… Ésa es la manera en que intento honrar a Dios, y no os diré que siempre lo consigo, soy sólo un hombre”.
“A veces el mal está en los ojos del que mira y no en lo que ve”.
“Hacer el bien a los demás sobre todo le hace bien a uno mismo”.
“¿Y qué más se puede pedir que compartir la vida con una buena amiga?”
“Sólo quienes no tienen fe en sus creencias recurren a la violencia”.
“Tú ya me habías dado un tesoro, el de tu amistad”.
“Hace tiempo que perdí el control de mi vida, y lo único que hago es dejarme llevar por los acontecimientos”.
“No he sido capaz de vencer a tus fantasmas, pero tampoco quiero que tú te conviertas en el mío”.
“Sólo quiero que seas feliz, pero no puedo decirte cómo”.
“¿Quién te ha dicho que no necesitamos músicos? ¿Crees que no necesitamos alimentar el alma?”
“Me parece absurdo que los hombres nos peleemos por creer que el Dios al que rezamos es mejor que el Dios de los otros”.
“Uno de los problemas que tenemos aquí es que no somos capaces de ponernos en la piel de los otros”.
A veces lo más sencillo es la verdad”.
“Si la vida se hubiera parado en aquel instante, si no les hubiera sorprendido con más sufrimiento…”
“No me interesan las patrias, los hombres se matan por ellas”.
“Éste no es el mundo que yo quería para ti, me hubiera gustado que viviéramos en paz”.
Sólo te pido que no odies a nadie y que no te creas diferente a los demás. Rezar de manera diferente no nos hace diferentes”.
“A veces la única manera de salvarse a uno mismo es muriendo o matando”.
“No tengas tanta prisa por casarte, el matrimonio es muy largo”.
“¿Qué más nos tiene que suceder para que nos permitan vivir en paz?”
“Nadie quiere escuchar la verdad y cuando la dices te consideran o un loco o un traidor. Y no soy ni lo uno ni lo otro”.
“Sólo quiero que seas feliz, pero no puedo decirte cómo”.
“¿Quién te ha dicho que no necesitamos músicos? ¿Crees que no necesitamos alimentar el alma?”
“Me parece absurdo que los hombres nos peleemos por creer que el Dios al que rezamos es mejor que el Dios de los otros”.
“Uno de los problemas que tenemos aquí es que no somos capaces de ponernos en la piel de los otros”.
“Si la vida se hubiera parado en aquel instante, si no les hubiera sorprendido con más sufrimiento…”
“La realidad será lo que queramos que sea”.
“No me interesan las patrias, los hombres se matan por ellas”.
“Éste no es el mundo que yo quería para ti, me hubiera gustado que viviéramos en paz”.
Sólo te pido que no odies a nadie y que no te creas diferente a los demás. Rezar de manera diferente no nos hace diferentes”.
“A veces la única manera de salvarse a uno mismo es muriendo o matando”.
“No tengas tanta prisa por casarte, el matrimonio es muy largo”.
“¿Qué más nos tiene que suceder para que nos permitan vivir en paz?”
“Nadie quiere escuchar la verdad y cuando la dices te consideran o un loco o un traidor. Y no soy ni lo uno ni lo otro”.
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